jueves, 1 de noviembre de 2012

Relato breve





"Los zapatos del extranjero"
Al final de la calle, cerca del puerto, con los zapatos desgastados del sueño, encontré por fin tu corazón de madera: estaba en el suelo, era pequeño y olía a mar. Sin pensarlo, saqué una navaja delgada, tallé el nombre de esa ciudad y lo lancé al agua. Un pez saltaba en ese instante sobre un reflejo de luna susurrando una canción. Le pregunté si él sabía como volver pero me miró extrañado y siguió su camino. Entonces tuve claro qué quería hacer. Cerré los ojos y dormí profundamente.
© Emilio Gallego, 2012




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