"DE DONDE NO SE VUELVE".
MNCARS Reina Sofía hasta el 23 de febrero.
Me ha costado escribir sobre esta exposición, siendo una de las que más me ha impactado desde hace mucho tiempo. Me explico, de Alberto Garcia-Alix he visto muchísimas de sus fotos y videos. La última vez que estuve con él fué aquí en Valencia, donde vino a exponer junto a Carlos, su hermano pintor, con el que tantas cosas compartí hace ya tiempo. Conozco a esa familia al completo desde hace mas de 30 años (glup!), incluido al que ya no está, Guillermo (que la tierra te sea leve hermano). Me tocó vivir esa época, en ocasiones junto al alguno de ellos, y en esa exposición hay fotos de muchos amigos y conocidos, algunos de los cuales, como digo, ya no están entre nosotros.
Me hace gracia oir hablar de la movida madrileña a gente que no la conoció en su día, o la conoció de visita de fin de semana. Muchas veces incluso sus protagonistas son propensos a la mitificación. La movida tuvo una gran parte cutre y extrema que rara vez veo reflejada en esos comentarios o en sus productos mas conocidos hoy en día, películas, musica y demás; sinceramente, glamour no había, creo que no sabíamos ni lo que significaba esa palabra, aunque a lo mejor ahora parezca que sí. Fué, según la viví yo de primera mano y de principio a fín, una explosión extrema de libertad y de creatividad en todos los sentidos. No conocíamos límites y allá nos metimos sin ninguna precaución, generalmente la gente más inquieta y con mas cosas que decir. Alberto es un verdadero superviviente, un tipo de los buenos, de los que siempre te encontrabas en cualquier salida interesante que hicieras. Es alguien que se mete en las cosas hasta la médula, incluso con ese puntito macarra que le gusta exhibir. Alberto es un símbolo que, con su exposición en el Reina Sofía, (¡quien lo iba a pensar entonces, en el reina!), nos compensa un poco a todos los que vivimos ese momento, si bien he de decir que creo que es la exposición de la que he salido con más sentimiento de frustración y rabia de mi vida. Seguro que él lo entiendería.
Y ahí quería llegar, Alberto Garcia-Alix, refleja como nadie, una actitud de rebeldia, a la vez que una forma completamente honesta de sumergirse en las cosas. Alberto mira de frente y no es fácil aguantar esa mirada que no se conforma con la mera apariencia. Él quiere siempre más y no está dispuesto a ceder. A la vez, está a la altura de lo que mira, ni por arriba ni por abajo.
Esa forma de mirar, típica de ese momento que va de la transición al final de la movida madrileña, nos clava contra la pared a muchos de los que andabamos por allí y sobre todo a los que no estaban. No sería la transición de políticos profesionales que parece que lo hicieron todo cuando no es verdad; esos políticos sólo son los que supieron salir en el momento adecuado, en la calle había otros que no figuran, no son los de los reportajes, fascículos, y propaganda en general que hoy se editan sobre ese momento. Con la movida, no tan exageradamente pero pasa lo mismo. Menos mal que nos queda Alberto. Gracias. No dejéis pasar esta exposición si queréis comprobar lo que os cuento. Nunca un artista ha reflejado algo tan cercano para mi como lo hace éste fotógrafo. Es algo que me recuerda unos momentos extremadamente locos y divertidos, muy dolorosos también, pero de verdad, cercanos y reales.
(Todas las fotografias tienen copyright por Garcia-Alix)