Mascara Océanus (bronce). Lixus. Mº Arqueológico de Rabat
A 4 km. al noreste de la ciudad de Larache, sobre la orilla derecha del río Loukkos, junto a las antiguas salinas, se ubican los restos arqueológicos de la ciudad de "Lixus", sobre una colina bautizada por los habitantes de la región con el topónimo de Tchemmis.
Aunque la tradición literaria sitúa su fundación en el siglo XII a.C., las investigaciones no permiten, hasta ahora, remontar su creación más allá del primer tercio del siglo VIII a.C. La primitiva ciudad fenicia ocupaba una gran parte de la acrópolis y de sus vertientes orientales.
Ciertos textos antiguos con información más precisa, obra de Plinio el Viejo (fallecido en el 79 d.C.), presentan a Lixus como la colonia fenicia más antigua del Mediterráneo occidental (siglo XII a.C.). En ellos, se recoge que el templo de Lixus era más antiguo que el de Gades y que en él tuvo lugar una de las hazañas de Hércules (la recolección de manzanas de oro del jardín de las Hespérides). Asimismo, estos escritos sitúan en Lixus el Palacio de Anteo y el combate que éste mantuvo con Hércules, así como los jardines de las Hespérides cuya entrada estaba vigilada por un terrible dragón.
Esta ciudad desempeñaba el papel de puerto, abierto a las rutas comerciales del Mediterráneo. Durante la época púnica llegaban de Grecia bellos jarrones de decoración figurada y objetos de bronce (vasijas chipriotas y pies de mesa). Por su parte, desde Lixus se exportaban cerámicas y ánforas elaboradas en los talleres locales, concretamente en Kouass.
A partir del siglo III a.C. la ciudad de Lixus experimentó un importante desarrollo urbanístico, de lo cual da testimonio el barrio de viviendas rectangulares. En el centro, fue erigido un barrio delimitado por una muralla gigantesca «helenística».
Hacia finales del siglo I a.C., la ciudad fue próspera desde el punto de vista urbanístico como queda constatado en la rica decoración de sus casas. Bajo el reinado de Juba II y de su hijo Ptolomeo, Lixus experimentó un mayor desarrollo con la construcción de un complejo barrio de templos.
Juba II, busto en bronce. Mº Arqueológico de Rabat
A partir del año 42 d.C., bajo el reinado del Emperador Claudio, Lixus fue promocionada al rango de colonia romana. Comenzó entonces una nueva era para la ciudad. De hecho, su vasto complejo industrial que fabricaba salazones y garum se convirtió en el más importante de todo el Mediterráneo. Asimismo, la riqueza de la zona interior favoreció el desarrollo de la agricultura.
Esta expansión económica permitió a la ciudad la realización de considerables obras urbanísticas y arquitectónicas: el teatro-anfiteatro, único por aquel entonces en África del norte, una basílica judicial, unas termas, varios templos y viviendas particulares ricamente decoradas con frescos y mosaicos (mosaico de Mate y Rhea, de Las Tres Gracias, de Helios y del Cortejo de Baco), expuestos actualmente en el Museo Arqueológico de Tetuán.
A finales del siglo III y comienzos del siglo IV, la ciudad se replegó con la construcción de una muralla que redujo a la mitad la superficie inicialmente habitada, que hasta entonces había ocupado unas 60 hectáreas.
En época medieval se estableció la ciudad islámica de Tchemmis de lo que da testimonio la suntuosa producción cerámica esgrafiada. Ésta, estaba dotada de una muralla, de barrios habitados y de una mezquita. En el siglo XIII, la ocupación se trasladó al actual emplazamiento de Larache, el Larax y el Laraxi contenido en los portulanos europeos del siglo XIV.
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